Petén |
Petén
Al departamento que sirvió de inspiración al escritor
guatemalteco, Virgilio Rodríguez Macal, para escribir el libro La Mansión del
Pájaro Serpiente, le corresponde el turno en este recorrido por nuestro
país.
La belleza natural es, sin lugar a dudas, una importante carta de
presentación de la inmensa región petenera. Este patrimonio ecológico sin
parangón en Centroamérica sólo es superado por la riqueza arqueológica que
caracteriza al Petén y que lo ha convertido en uno de los centros más
interesantes para el turismo mundial.
Además de sus sitios arqueológicos, encontramos aquí una extensa y
variada vida silvestre, que se presenta en toda su belleza a los que se atreven
a internarse en sus tupidas selvas.
El valor histórico del Petén se traduce en la ocupación que la
cultura maya hizo de él hace varios siglos, cultura que dejó una huella perenne
en la historia y en la vida actual de Guatemala.
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Templo El Gran Jaguar,
en sitio arqueológico Tikal. |
A mediados del siglo XX, el gobierno de la República inició un
ambicioso proyecto de colonización de las márgenes del Río la Pasión y
Usumacinta, lo que trajo consigo la formación de varias cooperativas asentadas a
las orillas de estos ríos; de aquí se partió a la formación de otros poblados
como El Chal y se consolidaron otros asentamientos como la cabecera del
municipio de Sayaxché.
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Atractivos naturales
Hay en Petén dos Reservas de la Biosfera, siete Parques Nacionales, cinco
Refugios de Vida Silvestre, cuatro Biotopos Protegidos, tres Monumentos
Culturales y una Reserva Biológica. Todos estos lugares, además de la espléndida naturaleza que resguardan, poseen sitios arqueológicos de enorme valor. |
![]() Laguna y sitio arqueológico Yaxhá, desde el Templo 216, en Flores. |
Áreas protegidas
El total de tierras protegidas de Petén es enorme. La superficie que ocupan,
de casi 17,000 kilómetros cuadrados, resulta tan grande como los departamentos
de Totonicapán, Quiché, Quetzaltenango, Sololá, Chimaltenango, Sacatepéquez y
Guatemala juntos. Hay ahí, al menos, dos Reservas de la Biosfera, siete Parques
Nacionales, cinco Refugios de Vida Silvestre, cuatro Biotopos Protegidos, tres
Monumentos Culturales y una Reserva Biológica. Todos, además de la espléndida
naturaleza que resguardan, poseen sitios arqueológicos de enorme valor.
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